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Urano

Urano es el séptimo planeta a partir del Sol, y lo orbita a una distancia media de 2.870 millones de kilómetros. Tiene un diámetro de cerca de 52.400 kilómetros, una masa 14,6 veces superior a la de la Tierra, y rota sobre su eje, inclinado 98° con respecto a la eclíptica, cada 17 horas y 15 minutos. Desde la Tierra, Urano es visible como una estrella de sexta magnitud, por lo que si las condiciones son favorables, puede ser observado a simple vista.

El planeta no era conocido por los antiguos. El astrónomo británico William Herschel lo descubrió accidentalmente el 13 de marzo de 1781, y en un primer momento sospechó que se trataba de un cometa desconocido. Un año más tarde, sin embargo, se comprobó que se trataba de un nuevo planeta, más allá de la órbita de Saturno. El nombre Urano (padre de Saturno en la mitología romana) fue originalmente sugerido por el astrónomo alemán Johann Bode, pero no fue adoptado universalmente hasta 1850.

Herschel no fue el primer astrónomo que registró a Urano, pero fue el primero en reconocer que no era una estrella. Los más antiguos registros de Urano son de John Flamsteed en 1690 (lo confundió con una estrella, 34 Tauri), en 1712, y cuatro veces en 1715.

En 1977, mientras observaba la ocultación de una estrella por Urano, el astrónomo estadounidense James L. Elliot descubrió la presencia de cinco anillos que rodean al planeta, formando un cinturón de 9.400 kilómetros de ancho, que se extendiende hasta una distancia de 51.300 kilómetros del centro del planeta. En enero de 1986, durante el sobrevuelo de la sonda Voyager 2, se descubrieron cuatro anillos más.

Urano posee 20 satélites (siete descubiertos desde la Tierra mediante telescopios, y trece mediante la sonda Voyager 2); todos giran alrededor del plano ecuatorial y se mueven en el mismo sentido en el que gira el planeta. Las dos lunas mayores, Oberon y Titania, las descubrió Herschel en 1787. Las dos siguientes, Umbriel y Ariel, fueron descubiertas por el astrónomo británico William Lassell en 1851. Miranda, el satélite más interior conocido antes del Voyager, fue descubierto en 1948 por el astrónomo holandés Gerard Kuiper.

Un equipo de científicos, trabajando con el telescopio Hale en el Observatorio de Monte Palomar, en California, anunció el descubrimiento de dos nuevos satélites de Urano en noviembre de 1997. Se trata de las dos lunas más distantes del planeta, con diámetros relativamente pequeños. En mayo de 1999, la Unión Astronómica Internacional anunció el descubrimiento de otro satélite de Urano tras nuevos análisis de las imágenes obtenidas por la sonda Voyager 2. La luna es una de los diez más próximas al planeta, con un diámetro de apenas 40 kilómetros.

En un frenesí de nuevos descubrimientos de lunas planetarias a finales del año 2000 y principios del 2001, varias fuentes anunciaron que Urano tenía 21 lunas, pero ese no es el caso. Uno de los objetos descubiertos, denominados S/1986 U 10, fue pasado por alto para la designacion “oficial” de la Unión Astronómica Internacional, ya que el criterio para obtener el status de satélite ha cambiado a través de los años, haciéndose mucho más estricto.

Si el objeto, encontrado por el astrónomo Erich Karkoschka después de estudiar 300 imágenes de la Voyager 2 enviadas desde Urano en 1986, hubiera sido descubierto justo después del sobrevuelo de la sonda, su status de satélite de Urano habría sido confirmado. Sin embargo, el objeto no fue descubierto hasta 1999, y para ese entonces los requerimientos se habían hecho mucho más estrictos. La Unión Astronómica Internacional ha solicitado una fotografía de la luna mediante el Telescopio Espacial Hubble, antes de confirmar su existencia; lamentablemente, por la posición actual de S/1986 U 10 en torno a Urano, la luna no es visible desde la Tierra, por lo que habrá que esperar un par de años para obtenerla. Hasta ese momento, los satélites de Urano seguirán siendo, al menos oficialmente, 20 en total.