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Tránsito de Mercurio del 9 de mayo de 2016

Tránsito de Mercurio del lunes 9 de mayo de 2016

El próximo 9 de mayo, las manchas solares que eventualmente sean visibles en el disco solar estarán acompañadas por una pequeña silueta planetaria, mucho más oscura: a lo largo de más de siete horas, los habitantes de la Tierra podremos observar el tránsito de Mercurio por delante del Sol. El evento en su totalidad será visible desde la mayor parte de Sudamérica, Europa occidental y el este de Norteamérica. Para el resto del continente americano, el tránsito comenzará antes de la salida del Sol.

Transmisiones en directo del tránsito

En vivo desde el Telescopio Solar GREGOR en las Islas Canarias:

https://www.youtube.com/watch?v=ekfeMHqzJFI

En vivo desde el SST (Telescopio Solar Sueco) en las Islas Canarias:

https://www.youtube.com/watch?v=vkrbAGYZzbA

En vivo desde el Virtual Telescope Project en Ceccano, Italia:

Información sobre el evento

Los tránsitos de Mercurio y Venus son un fenómeno astronómico bastante infrecuente. En el caso de Mercurio, se produce un promedio de 13 tránsitos cada siglo. El último tránsito de Mercurio ocurrió en 2006. En comparación, los tránsitos de Venus ocurren en pares (los últimos fueron en 2004 y 2012), con intervalos de más de un siglo hasta el siguiente par.

El mapa muestra las zonas desde las que se podrá observar el tránsito de Mercurio del 9 de mayo de 2016. El evento en su totalidad será visible desde la mayor parte de Sudamérica, el este de Norteamérica y España. Para el resto del continente americano, el tránsito comenzará antes de la salida del Sol, por lo que no serán visibles el primer y segundo contactos. Créditos de la imagen: Ricardo J. Tohmé.

La órbita de Mercurio se encuentra inclinada unos 7° con respecto a la de nuestro planeta, por lo que Mercurio intersecta el plano de la órbita terrestre, denominado eclíptica, en dos puntos o nodos, uno alrededor del 8 de mayo (nodo descendente) y el 10 de noviembre (nodo ascendente).

Los tránsitos ocurren cuando Mercurio está cruzando uno de esos nodos y además se encuentra en conjunción inferior, es decir, cuando las posiciones del Sol, Mercurio y la Tierra describen una línea recta en el espacio, con los tres cuerpos en ese orden.

Actualmente, todos los tránsitos de Mercurio ocurren alrededor del 8 de mayo o el 10 de noviembre. Dado que la órbita de Mercurio está inclinada unos 7° con respecto a la de la Tierra, el planeta intersecta la eclíptica en dos puntos o nodos durante esas fechas. Si además Mercurio se encuentra en conjunción inferior en ese momento, se producirá un tránsito. Créditos de la imagen: ESO / Ricardo J. Tohmé.
Actualmente, todos los tránsitos de Mercurio ocurren alrededor del 8 de mayo o el 10 de noviembre. Dado que la órbita de Mercurio está inclinada unos 7° con respecto a la de la Tierra, el planeta intersecta la eclíptica en dos puntos o nodos durante esas fechas. Si además Mercurio se encuentra en conjunción inferior en ese momento, se producirá un tránsito. Créditos de la imagen: ESO / Ricardo J. Tohmé.

Otro factor con importantes consecuencias en las características de los tránsitos de Mercurio es su elevada excentricidad orbital, que hace que la distancia entre el planeta y el Sol varíe de 46 a 70 millones de kilómetros. Durante su perihelio, la velocidad orbital de Mercurio (59 kilómetros por segundo) es casi un 50% más rápida que en su afelio (38,9 kilómetros por segundo).

Esto hace que la probabilidad de que se produzca un tránsito durante noviembre sea casi dos veces mayor que durante mayo, cuando Mercurio está cerca de su afelio. Al desplazarse más lentamente en su órbita, resulta menos probable que Mercurio cruce el nodo descendente durante una conjunción inferior.

La velocidad orbital variable, sumada a las diferentes trayectorias aparentes de Mercurio a través del disco solar, hacen que la duración de cada tránsito sea diferente, pudiendo extenderse hasta unas 9 horas.

Las etapas de un tránsito de Mercurio

Los principales eventos a observar durante un tránsito de Mercurio son denominados contactos. Se trata de cuatro momentos en los que las circunferencias de los discos de Mercurio y el Sol son tangentes entre sí, es decir, están en contacto en un solo punto. Estas etapas son análogas a los que pueden observarse en un eclipse anular de Sol:

  • Primer contacto (I): Marca el inicio del tránsito, cuando el disco del planeta “toca” por primera vez el limbo solar. Resulta difícil determinar el momento exacto en que esto ocurre, pero pocos segundos después, el planeta puede ser percibido como una pequeña muesca en el limbo perfectamente circular del Sol.
  • Segundo contacto (II): Es el momento en que el disco oscuro del planeta cruza por completo el limbo solar, y a partir de entonces resulta visible en su totalidad por delante del Sol. Durante las horas siguientes, la silueta del planeta atraviesa lentamente el brillante disco solar.
  • Tránsito máximo: El instante en que los centros del Sol y de Mercurio están separados por la menor distancia angular.
  • Tercer contacto (III): El planeta vuelve a “tocar” el lado opuesto del limbo solar luego de haber atravesado su disco.
  • Cuarto contacto (IV): El disco del planeta finalmente “sale” del disco solar por completo, dando por finalizado el tránsito y volviéndose nuevamente invisible.

Los contactos I y II definen la denominada fase de ingreso, y los contactos III y IV conforman la fase de egreso del tránsito.

El diagrama muestra las etapas de un tránsito planetario a través del disco del Sol. Los tamaños no están a escala. Créditos de la imagen: Ricardo J. Tohmé.
El diagrama muestra las etapas de un tránsito planetario a través del disco del Sol. Los tamaños no están a escala. Créditos de la imagen: Ricardo J. Tohmé.

Las observaciones de los contactos I y IV siempre tendrán un pequeño margen de error, ya que Mercurio sólo es visible luego del contacto I y antes del contacto IV. Sin embargo, si se cuenta con un filtro solar H-alfa (hidrógeno alfa), el planeta puede resultar visible antes de ingresar al disco solar, al pasar por delante de alguna prominencia solar o la cromósfera, antes y después de los contactos I y IV respectivamente.

El efecto de la "gota negra", observado durante el contacto II del tránsito de Venus de junio de 2004. Créditos de la imagen: Juan Carlos Casado.
El efecto de la “gota negra”, observado durante el contacto II del tránsito de Venus de junio de 2004. Créditos de la imagen: Juan Carlos Casado.

Justo después del contacto II, y de nuevo justo antes del contacto III, es probable que se observe el efecto óptico denominado “gota negra”: en ese momento, una  pequeña “lágrima” negra parece conectar el disco de Mercurio con el limbo del Sol, lo que dificulta determinar con precisión el momento exacto de ambos contactos.

Observando el tránsito de Mercurio

El siguiente gráfico muestra los tiempos de cada uno de los cuatro contactos y el momento de tránsito máximo. Todos los horarios están expresados en Tiempo Universal (TU).

Créditos de las predicciones: Fred Espenak, GSFC/NASA.
Créditos de las predicciones: Fred Espenak, GSFC/NASA.

Es importante aclarar que los tiempos de contacto son geocéntricos, es decir, están calculados para un observador hipotético situado en el centro de la Tierra. De todas formas, los tiempos de contacto locales no diferirán en más de 2 minutos para cualquier ubicación del planeta desde donde sea visible el tránsito. Esto se debe al efecto del paralaje: el disco de Mercurio puede variar hasta casi 16 segundos de arco su posición en el firmamento, dependiendo de la localización geográfica exacta del observador.

En la siguiente tabla ofrecemos la conversión a los horarios locales para distintos países de Latinoamérica, en los que el tránsito de Mercurio comenzará poco antes o poco después de la salida del Sol:

Argentina,
Brasil, Chile,
Uruguay
(GMT-3)
Venezuela,
Bolivia,
Paraguay
(GMT-4)
Colombia,
Ecuador,
Perú,
México
(GMT-5)
Contacto I 08:12:19 07:12:19 06:12:19
Contacto II 08:15:31 07:15:31 06:15:31
Máximo eclipse 11:57:26 10:57:26 09:57:26
Contacto III 15:39:14 14:39:14 13:39:14
Contacto IV 15:42:26 14:42:26 13:42:26

Si deseas calcular con exactitud los horarios en los que se producirá cada uno de los contactos desde tu ubicación particular, te recomendamos hacer click aquí para usar el mapa interactivo creado por el astrónomo francés Xavier M. Jubier.

Desde la perspectiva de nuestro planeta, el diámetro aparente de Mercurio (de unos 12,1 segundos de arco) será unas 158 veces menor al del Sol. Por eso, es recomendable usar un telescopio con un aumento entre 50x y 100x para observar el evento. En términos generales, los requerimientos visuales y fotográficos son similares a los necesarios para observar manchas solares y eclipses parciales de Sol: el telescopio debe contar con los filtros adecuados para permitir una observación segura.

Advertencia

Mirar directamente al Sol puede provocar daños inmediatos, indoloros e irreversibles a los ojos, pudiendo incluso causar ceguera permanente.

Cuando se observa un tránsito de Mercurio, debe usarse la protección adecuada, como un filtro de soldador de densidad 14, o preferiblemente, un filtro solar Baader. En caso de no contar con ellos, es imprescindible emplear técnicas de observación solar indirecta, como la proyección de la imagen del Sol en una superficie plana. Si tienes dudas al respecto, te recomendamos acudir al planetario o asociación astronómica de tu ciudad para obtener asesoramiento al respecto.

Los astrónomos aficionados más avanzados pueden contribuir cronometrando los cuatro contactos con el limbo solar durante el ingreso y el egreso de Mercurio. Las técnicas de observación y el equipamiento necesario son similares a los utilizados en las ocultaciones lunares.

Fuentes consultadas: Fred Espenak, GSFC/NASA | Xavier M. Jubier

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